Día 3 Miércoles 23-03-2010
Al día siguiente (Miércoles), nos unimos a un grupo del barco que había contratado la excursión a las 3 islas. Tuvimos que esperar las 10 am que el “tender” nos llevara desde el barco hasta el Gran Roque. La lancha cobró 140 Bs por persona. Primero fuimos a la playa de Norosquises que estaba como a 20 minutos en lancha desde el Gran Roque. Particularmente de las islas que visité (Ela) fue la que me gustó más, porque había un claro donde se veían los peces sin necesidad de usar mascareta, vimos una raya, y por supuesto el agua azul turquesa, el espacio es ideal para ponerse su careta y snorquel y fondear un poquito. Hay corales muy delicados, los cuales no se deben tocar porque son frágiles y deben conservarse.
Luego de estar un rato en esa playa, nos fuimos en lancha a playa Craski, aproximadamente a unos 15 minutos desde Noronquises. Es una playa larrgaaa, tiene 6000 mts de perímetro.
Al llegar vimos como llegaban en lancha un saco de langostas y los lugareños los metían en unas rejas que formaban una caja y luego la metían asegurada al mar. Había un restaurant y cobraba 180Bs por el plato de langosta. Estando en esa isla llovió unos quince minutos y luego de repente y como si no hubiese pasado nada salió el sol brillante para seguir tostando nuestra piel. Estuvimos allí como hasta las 2:30 pm y ya era hora de regresar al barco porque ese día zarpábamos temprano rumbo a la isla de Margarita. De regreso al barco llovió un poco y el mar estaba revuelto, la lancha hacía movimientos bastante bruscos, hubo que meter los bolsos con las cámaras dentro del compartimiento para que no se mojaran.
La lancha se movía mucho, varias de las personas que iban en la lancha echaban broma y decían que eso era lo mejor del viaje, particularmente la adrenalina invadió mi cuerpo, estábamos viviendo una aventura extrema en el mar y a gran velocidad. Apreté fuerte mi salvavidas porque hasta pensé en que me caería al mar..pero sinceramente no me molestaba la idea jajaja.
Al llegar al barco subí directo a cambiarme de ropa porque estaba empapada de pies a cabeza, y con una gran sonrisa de haber vivido esa experiencia extrema.
Esa tarde también había bailoterapia, bingo y en la noche una cena especial con el capitán del barco Iván Cabrera. Luego había una noche tropical con una orquesta de música en vivo.